MAESTRO ARNAU SARRÀ SOLER
   
  Maestro Arnau Sarrà Soler
  Mushkil Gusha y El Recuerdo
 
Acompañándonos en el Zendero del Espíritu, como se ve en esta imagen maravillosa, agradezco todos los mensajes contando sus maravillosas experiencias en el Foro de elistas de Tao Zen, enviamos nuestras bendiciones a la familia de Sixto Paz y a su hermana que acaba de fallecer, lleva nuestras bendiciones Guillermo por favor, estando ciertos que ha emprendido un viaje de ascensión, en el cual es acompañada por todos las Huestes Angélicas, por lo que debemos recordar que no estamos solos, Nunca Estamos Solos!!!!
Como ya es costumbre entre nosotros y ya muchos de ustedes lo saben, tenemos la tradición Sufi, de que todos los jueves por la noche, contamos la historia de Mushkil Gusha, el Disipador de Todas las Dificultades.
Ahora si ¿Quieres repetir la historia de Mushkil Gusha?, todos los jueves por la noche comparte una comida con tus amigos, contando alguna de sus historias y da algo a algún necesitado cualquiera sea su necesidad y así estarás ayudando al trabajo de Mushkil Gusha.
Esta Historia guarda relación con la importancia del autoconocimiento, y lo importante que es ir hacia nuestro interior y descubrir que hay allí, en la medida que lo hagamos nos daremos cuenta que todas nuestras respuestas están allí, el punto es como llegar a nosotros mismos y a nuestra esencia....

El Muskil Gusha y EL RECUERDO

Otra de las Historias de los Muskil Gusha.

Edmundo llego al numero 786 de la Calle "Los Sufies" y leyó el pequeño letrero con letras doradas que decía : "Muskil Gusha Rabi Binah::".

Edmundo verificó una vez más la dirección en el recorte del aviso de la revista antes de tocar el timbre. Estaba acostumbrado a controlar dos y hasta tres veces las direcciones antes de llegar a un lugar nuevo.

 

Apenas se abrió la puerta, salió del interior de la habitación un fuerte olor a incienso, que Edmundo no pudo clasificar, pero que le recordaba algún lugar de su infancia. Delante suyo estaba un señor barbado, sonriente, canoso, y vestido con una especie de túnica blanca, indudablemente se trataba del "Muskil Gusha" del anuncio.

 

- ¿Dónde me estoy metiendo?, pensó, e instintivamente comenzó a dar un paso para atrás como queriendo irse.

Pero fue inútil, la suave voz del Maestro lo atrajo hacia el interior.

Luego el Maestro lo dejó solo un momento. Edmundo aprovechó un gran espejo que había contra la pared para controlar el estado de su ropa.

Se acomodó la corbata y se la ajustó un poco más. Controló que sus pantalones no estuviesen arrugados y como le quedaba el saco de su traje negro, y miró contento como combinaba con su nuevo portafolio. Se peinó mecánicamente aunque ya estaba bien peinado, y por último se sacó los anteojos redondos y limpió escrupulosamente una vez más las lentes.

Luego observó un poco el mobiliario de la habitación. Buscó donde sentarse. Había un sofá bajo y muy incómodo; seguramente si se sentaba allí, al rato se levantaría con todo el traje arrugado. Las sillas tampoco le atrajeron mucho, pero no había nada mejor. Estaba por sentarse en una de ellas cuando el maestro volvió a la

habitación y le hizo una seña.

Edmundo casi sin darse cuenta se encontró sentado con las piernas cruzadas sobre el piso, arriba de un zafu que el Maestro le había indicado para tal fin.

Edmundo aclaró su garganta y dijo:

- Maestro quiero hacer un curso de metafísica, o algo parecido.

- Usted ha publicado un aviso ofreciendo cursos de Tao Zen

- Y Edmundo se acomodó los anteojos para leer mejor el aviso, cuando el maestro le interrumpió:

- ¿Pero tu crees en esas cosas?.

- Le voy a decir la verdad Maestro, yo no creo mucho en estas cosas, pero quería ver si hacía algún curso o seminario, para ir interiorizándome de estos temas que llaman de "la New Age", y que en Estados Unidos están haciendo furor entre los "yuppies".

- ¿Entre quienes? -preguntó el Muskil Gusha haciéndose el asombrado.

- Maestro, los yuppies, así se llaman, entre otros, a los ejecutivos importantes de las empresas, que tienen grandes conocimientos de las pc. y a la vez son algo asi como hippies, muy espirituales... El caso es que hace poco un yuppie americano, con el que yo tenía un excelente relación por chat, visitó nuestra empresa durante tres días.

- Todo iba muy bien hasta que en la cena final de despedida me preguntó si yo había leído "El Paralelismo de la Tradición" de una tal... Serge Raynaud de la Ferriere y cuando le dije que no tenía la menor idea de lo que estaba hablando se sonrió y me miró casi con lástima. También me dijo si era frugívoro, macrobiótico o vegetariano, yo quiero cambiar y saber de eso...

- ¿Se da cuenta?, yo había estado tres días impresionándolo con mis conocimientos de computación, de mercado, de últimas técnicas de High Management y de Reingeniería ... y cuando lo tenía convencido de que yo

era un ejecutivo que sabía, me hace esa pregunta.

- Y finalmente como confesando dijo: - Si bien no creo en estos temas de "la New age", Sí creo que me vendría muy bien estar interiorizado, por si alguno de ellos me toca el tema en algún descanso en reuniones de negocios.

- Si tu no crees no puedes tomar el curso, hijo.

- ¿Pero que tiene que ver tomar el curso con creer en algo, yo sólo necesito información.

- Pues si lo que necesitas es información, te diré que la verdad es que el curso ya está dentro tuyo, es algo que ya sabes y que simplemente debes recordar, pero si tu no crees que tienes esa información ¿cómo vas a buscarla dentro tuyo mientras haces el curso?.

- No entiendo de qué me está hablando, dijo Edmundo.

- Con toda calma continuó el maestro:

- En un curso lo que puedes lograr es recordar lo que ya sabes, buscar en el fondo de tu ser y sacar a la luz la información que ya traes incorporada desde tu nacimiento. Seguramente tu has oído hablar de Jung, el famoso psicólogo.

- Edmundo dijo: ¡Por supuesto! Todos saben quién fue Jung.

- Pues Jung denominaba a esto "el inconsciente colectivo" y decía que ......... ¿ Veo en tu cara que estás dudando? Tu sonrisa me lo confirma . ¿No crees realmente que traigas esa información?, Pues

vamos a resolver esto de un modo muy práctico , porque veo que actúas como un ser digamos terrenal, con los pies muy bien puestos en la tierra y que sólo cree en lo que ve, que todo busca explicarlo a través del método científico ¿no es cierto?.

- Edmundo asintió con la cabeza.

- Vamos pues, dijo el maestro. ¿Que dirías si yo afirmo que tu conoces la esencia, la base del conocimiento llamado Reiki, Sanación pránica, Magnified Healing, o Imposición de manos?.

- Diría que esta loco, contestó enseguida Edmundo.

- Entonces este loco afirma que tu conoces la esencia de estos libros.Y mientras decía esto el maestro fue tomando de su biblioteca ciertos libros, marcando determinadas hojas y apoyándolos sobre la mesa.

- Maestro yo nunca leí esos libros, y desconozco los métodos, es más le apuesto lo que quiera que yo no se nada sobre esos temas.

- ¿Sigues afirmando que desconoces el contenido esencial de estos libros? Vamos a aclarar un poco más el tema. ¿Tienes alguna idea de como tratar a una persona que tenga por ejemplo un fuerte dolor?.

- Maestro, le repito en realidad no sé nada de estos temas y jamás he leído ningún libro acerca de esto. Y le insisto con la apuesta.

- Apuesta aceptada, el que pierda donará algo a una institución benéfica, dijo el maestro alegremente, mientras se ponía de pie y le pedía a Edmundo que hiciese lo mismo.

- ¿Listo para el experimento?. Veamos la hipótesis: yo afirmo que tu sabes exactamente qué hacer, aplicando conceptos básicos contenidos en estos libros, cuando una persona tiene un fuerte dolor en la pantorrilla, digamos por ejemplo por un golpe- y el maestro se señaló en su propia pierna la zona a la que se refería.

- Y yo afirmo, dijo ahora risueñamente Edmundo, que más que llamar a la ambulancia o al médico yo no tengo la menor idea de lo que hay que hacer.

- Te voy a pedir que así parado como estás mires para arriba a esa lámpara.

- Edmundo apenas había comenzado a mover su cabeza hacia la lámpara cuando el maestro le dio un puntapié en la pantorrilla.

- Y a continuación Edmundo, se encogió sobre sí mismo, emitió un grito de dolor, y trató de emitir un insulto, que nunca salió de su boca, pues de pronto cerró sus ojos, puso sus manos sobre el lugar lastimado y contuvo la respiración durante unos 20 segundos hasta que finalmente el dolor desapareció y su cara comenzó a relajarse. Mientras tanto el maestro se había sentado tranquilamente y observaba muy interesado lo que hacía Edmundo, que ya libre del fuerte dolor se acercó entre enfurecido e intrigado y le preguntó al maestro:

- ¿Pero por qué me golpeó en la pierna?.

- Y el maestro le contestó:

- ¿Y por qué hiciste lo que hiciste cuando te golpeé?. Edmundo se quedó pensando, mientras se aflojaba la corbata y se sentaba al lado del maestro.

- Y no sé, lo hice instintivamente , realmente no sé por qué lo hice- , y mientras decía esto se seguía pasando, descuidadamente, la mano sobre la pierna golpeada como acariciándola.

- Pues ya ves, he ganado-, dijo triunfalmente el maestro.

- ¿Cómo que ha ganado?. ¿De qué está hablando?. ¿Qué tiene que ver el golpe con lo que hablábamos?.

- Todo, le contestó el maestro , mientras le acercaba un libro de sanación de los que había separado y que estaba señalizado en la página 14. - Lee lo que dice:

- Y Edmundo leyó: "Uno de los principios básicos de la sanación consiste en poner la palma de la mano sobre el lugar afectado, cerrar los ojos para una mejor canalización de la energía y retener la respiración para que esa energía fluya hacia el lugar afectado".

- Luego Edumundo asombrado tomó y leyó los otros libros. Descubrió que en cierto modo en todas las técnicas estaban indicados estos principios básicos.

- Verás entonces, dijo el maestro retomando la conversación, - Te he demostrado que uno tiene incorporado esa información en su naturaleza.

- Uno sabe instintivamente muchas cosas, aunque no sepa que las sabe.Y señalando la pierna lastimada agregó:

- Como estás haciendo ahora que te acaricias el lugar lastimado, o como una madre pasaría la mano sobre el estómago de su niño al que le "duele la panza", mientras le dice "sana sana colita de rana".

- Esta información y mucha otra está en nosotros, y debemos simplemente dejar que salga al exterior consciente de nuestra vida cada vez que la necesitemos.

- Luego de aceptar esto podremos leer todos los libros que querramos y hacer todos los cursos que deseemos, pues en definitiva todo conocimiento exterior, lo que hace es ayudar a traer a la superficie de nuestro ser, a recordar un conocimiento que ya poseemos.

- Edmundo se anotó en el curso, y dicen que a partir de ese día cada vez que le preguntaban sobre algún tema que él desconocía, simplemente cerraba los ojos y buscaba en su interior la respuesta adecuada.

 

Bueno esta es una Historia más de ....
..... Mushkil Gusha, el Disipador de todas las Dificultades, en cuyo nombre quedan disipadas todas vuestras dificultades en el día de hoy, retransmitan esta historia y verán como la magia existe!!!!!!
Un abrazo con un todo el amor del universo, infinitas bendiciones
Mushkil Gusha
¡ DIOS LOS BENDICE !
PUES VUESTRAS DIFICULTADES YA HAN SIDO DISIPADAS

 
 
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